30 de març 2010

Morir de éxito

Las islas Phi Phi son espectaculares. Forman parte del Parque Nacional Marino Phi Phi que está formado básicamente por dos islas grandes Phi Phi Don y Phi Phi Leh y algunas pequeñas, como Bamboo Island (Ko Pai) o la isla de los mosquitos.
Como integrantes de un Parque Nacional deberían estar protegidas y el desarrollo turístico de la tierra casi prohibido, pero la realidad dista mucho de la teoría. La más grande de las islas, Phi Phi Don, es un hervidero de turistas, resorts, restaurantes, tiendas, bares, locales de noche, borracheras, ruido y basura.



Si consigues apartar de la mente todo esto más los miles y miles de turistas que se regocijan en sus playas, la isla es una auténtica belleza formada por dos grandes playas unidas por un brazo de tierra.





Lástima que resulte imposible imaginarla virgen por lo que resulta imposible disfrutar de su belleza, por lo que resulta desagradable pasear por sus calles durante la noche o por sus playas durante el día. No es sólo un problema de cantidad de turismo sino de calidad de turismo, ya que la gran mayoría de turistas son adolescentes europeos (básicamente ingleses) que vienen aquí a hacer lo que no pueden hacer en su país. Vendría a ser lo más parecido a Lloret de Mar que hemos visto en todo el viaje.





Si consigues escaparte de las playas principales y de los agobiantes vendedores de tours y demás, puedes llegar, caminando unos 30 minutos, a playas mucho más tranquilas. El turismo de esta parte de la isla es más mayor y se nota; aquí no saben lo que es estar despierto hasta altas horas de la madrugada, pero sí saben lo bien que sienta un masaje a en la orilla del mar o una buen cóctel en las hamacas del resort.





Y si todavía te vas más lejos, subes la montaña, atraviesas un bosquecillo, bajas la montaña y llegas vivo, te esperan unas playas casi desiertas. El agua quizá no sea tan bonita y el mar está un poco más bravo, pero es una maravilla encontrar un rincón tranquilo después de tanto ruido. Parece increíble que todavía estés en la misma isla.





La hermana pequeña de Phi Phi Don, Phi Phi Leh, ha corrido una suerte parecida aunque por lo menos en esta isla se ha prohibido el desarrollo turístico y sólo se puede visitar durante el día en uno de los miles de tours que salen cada día, a cada hora, des de Phi Phi Don. Una de las perlas que esconde la rocosa Phi Phi Leh es Maya Beach, la playa que se hizo famosa gracias a la película La Playa. Esta producción americana ha contribuido enormemente en la destrucción de la belleza natural de estas islas, en especial de Maya Beach, con la llegada de toneladas y toneladas de turistas cada día del año.



No es que la playa esté sucia o sus aguas turbias, al contrario, el agua es de un turquesa profundo y sus arenas blancas dañan los ojos, es una auténtica belleza en medio de altas paredes de roca que forman una bahía.




El lugar no podría ser más bonito, más idílico, más de ensueño; el problema es en lo que se ha convertido, y en lo que se ha convertido no te deja ver la arena blanca porque apenas se ve la arena de la cantidad de pies, piernas, pareos y toallas extendidos a lo largo y ancho de la playa; las aguas turquesas hay que buscarlas entre los huecos que dejan las barcas colocadas una al lado de la otra sin pausa ni respiro; la magia se pierde con los gritos de los miles de turistas que recorren la playa, saltan al agua o posan para la foto de la posteridad robando otro trocito de belleza a la playa para llevársela a su casa.





Nosotros llegamos a Maya Beach, como no, con uno de esos tours multitudinarios que en un día te llevan a varios lugares. Después de una hora en Maya Beach, subimos a la barca y recorremos la rocosa y escarpada isla descubriendo un rincón mágico: Leh Bay. Esta bahía de aguas turquesas encerrada entre las rocas cársticas es una maravilla. Nuestro barquero nos da una vueltecita por la bahía al igual que muchas otras barcas y lanchas.




Paramos para comer en una pequeña playa de Phi Phi Don donde comen todos los turistas que hacen alguno de los tours por las islas y donde los macacos se ponen las botas con sus (nuestros) desperdicios.






Seguimos hasta Bamboo Island que es nuestra última parada. Esta isla es muy pequeña pero sus playas son espectaculares. Lo mejor del día lo encontramos haciendo snorkel en esta isla. Tenemos la suerte de ver un pez león que es muy bonito y muy raro y no demasiado fácil de ver. Lamentablemente seguimos sin batería en la cámara acuática y no podemos hacer fotos, al igual que tampoco os podemos enseñar Bamboo Island porque la batería de la otra cámara se nos acabó en mitad del tour.
Nos vamos el día en que Pau cumple años con muchas ganas de escaparnos de este agujero de ruido y ajetreo. No podemos evitar sentir cierta melancolía de lo que no hemos conocido, de lo que un día debieron ser estas islas, cuando les pertenecían a los tailandeses y no a los turistas, cuando Maya Beach era sólo una playa más entre muchas otras donde los locales iban a pasar un agradable día en la playa.
Desgraciadamente en vez de cuidar y proteger uno de los lugares más impresionantes de su país, los tailandeses eligieron el turismo masivo y de baja calidad, el dinero, la fama… y la fama tiene un precio y el éxito tiene sus riesgos, como dijo alguien, hay que tener cuidado con lo que se desea.

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The Phi Phi islands are gorgeous. They are into the Phi Phi National Marine Park which is basically integrated by two big islands: Phi Phi Don and Phi Phi Leh, and some little ones spread around the big ones.
As part of a National Park they should be protected, the tourism shouldn’t be allowed but the theory is far long from the reality.
The biggest of the islands, Phi Phi Don, is full constructed and developed with plenty of bars, restaurants, clubs, noise, drunken people and rubbish.
If you can take all that out of your mind you realize we are talking about a stunning place, a gorgeous island made by 2 big beaches and joined with a sand arm.
Unfortunately, you need a great imagination to see the pure beauty of the place and the thousand and thousand of tourist that arrives here every day make it a hard work.
It’s not the quantity of the tourism but the quality of that tourism. We are talking about European teenagers that come here to do what they can’t do in their countries.
On the other hand, if you walk just 30 minutes away from the main beaches, you get into some beautiful little beaches where the massive tourism doesn’t arrive.
The little sister of Phi Phi Don, Phi Phi Leh, has fall into the same kind of luck that Phi Phi Don, but at least here the tourism development hasn’t been allowed, so we can go to Phi Phi Leh to spend a day but not overnight.
One of the pearls of Phi Phi Leh is the stunning Maya Beach, the beach that became famous after the American filming of The Beach. That beach couldn’t be nicer, couldn’t be more magical, couldn’t be more especial, it really is one of the most beautiful places we’ve been in the whole trip but that movie has helped in the destruction of the Phi Phi Islands, and more specific in Maya Beach.
It’s not that the water is full or shit or contaminated, it’s just that every day of the year arrive here hundreds of boats with thousand of people that come in a day tour from Phi Phi Don and just turn that gorgeous beach into a jungle of people, boats, noise, screams and photo moments.
We arrive to Maya Beach in one of these one day tours, and after spending an hour in Maya Beach, we go round the rocky island. It’s then when we discover Leh Bay which is also an awesome place. A bay plenty of turquoise water just closed with tall rocks all over the place. It’s beautiful.
After that we have lunch in some little island of Phi Phi Don where most other boats stop here too to have lunch and feed the non wild monkeys used to eat from the tourist hands.
After that we move to Bamboo Island where we actually have a great snorkel surprise when we spot a Lion fish, which is a rare and beautiful fish. Unfortunately we have lost the battery of our water proof camera and can’t show you that impressive fish.
We leave the Phi Phi Islands on Pau’s birthday, wising to leave that place as soon as possible and also feeling some sadness for what we haven’t met, the islands where they actually belong to Thailand but the tourism, when Maya Beach was just another beach were the Thai people used to spend a chilly day. But they choose the tourism, the money and the fame and… of course the fame has its price and as someone said once: Be careful of what you wish.

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2 comentaris:

  1. Felicidades PAU!!!
    Amb una mica de retard, menos mal que en el blog estáis en todo, para los despistados como yo.
    Un beso enorme, y siento la decepción de "The Beach". Sé que a moni le encantaba esa playa.
    Por cierto, no fuisteis a hacer "EL SALTO"? Eso es imperdible!!!

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  2. FELICITATS PAU!!!!
    Vau veure taurons a The Beach? ;)

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