Llegamos a Tela al mediodía. El calor es sofocante, hay mucha humedad, pero después de unos cuantos días de montaña ya apetece un poco de playa. Encontramos hotel y vamos a ver el mar. Empezamos a andar por la arena, cruzamos un pequeño río. En las montañas está lloviendo y el agua arrastra las plantas acuáticas hacia el mar. En poco rato la playa se llena de plantas a la deriva.
Seguimos andando hacia el final de la playa donde un cabo de selva frondosa llega hasta el mar. Es Punta Izopo, uno de los parques naturales que rodean Tela. A medio camino el guarda de seguridad de un Hotelazo nos dice que no pasemos de allí porque ha habido muchos robos y es peligroso. Le hacemos caso a regañadientes y nos bañamos allí mismo frente al hotelazo tipo resort. Antes de volver entramos a curiosear, hay una piscina inmensa con bar donde los turistas con pulserita pueden beber piñas coladas sin salir del agua. Además allí están alojadas las concursantes de Miss Honduras que esperan turnos para entrevistas y sesiones fotográficas. Preguntamos si podemos bañarnos en la piscina y tomar algo, muy amablemente nos dicen que sí, que hay que pagar 10$ y aparte hay un consumo mínimo de 10$ más. Otra vez será.
Volviendo hacia el pueblo la tormenta baja de las montañas para empaparnos de arriba abajo antes de que nos de tiempo de llegar a la habitación. La verdad es que se agradece.
A la mañana siguiente vamos en autobús a los pueblos garífunas que están dentro del otro parque natural que rodea Tela, el P.N. Janette Kawas. El pueblo de Miami está formado por casas de palma situadas entre el mar y la Laguna de los Micos. No hay ningún turista aparte de nosotros dos y Kristina, una alemana que ha pasado un año en Roatán, una isla del caribe, trabajando de monitora de buceo, y que nos acompaña en la última parte del trayecto que empezamos a pie y terminamos en autostop.
Después de una hora de andar por Miami volvemos para coger el autobús de la una y evitarnos una buena caminata. Esperando, charlamos con un abuelo del pueblo que, mientras endulza su refresco con unas gotas de ron, nos cuenta una historia que ya nos suena. Intentó ir a los EE.UU donde están sus hijos pero “lo agarró la migra” (la policía migratoria) y lo trajeron de vuelta. –Ya tengo 68 años, para lo que me queda, ya estoy bien aquí- El autobús resulta ser el camión más destartalado de Honduras. Lo que queda de la cabina está completamente oxidado y el remolque donde vamos está hecho con maderas. Cada vez que cambia una marcha la rascada del cambio se oye por encima del ruido infernal del motor. Viajamos con gente del pueblo que va a vender pescado a San Juan un pueblo más desarrollado ya fuera del parque natural.
Cruzamos a pie el pueblo de San Juan y esperamos el autobús que nos llevará a Tela en la playa.
En Tela hay mucho que ver pero no podemos llegar a todo así que decidimos ir a Punta Sal dentro del mismo P.N. Janette Kawas. Intentamos buscar un Tour en lancha pero nos cuesta un poco, finalmente conseguimos uno barato para dos días después, así que nos quedaremos en Tela un día más de lo previsto. Para mañana decidimos alquilar unas bicis e ir a ver el Jardín Botánico Lancetilla, el segundo mayor del mundo. Nos lo recomendó Carlos, un Hondureño con el que hablamos todo el trayecto desde El lago Yojoa hasta Tela. Nos contó cosas muy interesantes sobre Tela, las islas de la bahía y la Moskitia donde pensamos ir. Carlos es Biólogo y nos asegura que Adán y Eva eran negros. Si lo dice un Biólogo seguro que será verdad.
El Jardín Botánico lo creó la United Fruit Company, una de las “Bananeras” que controlaba el país a principios del siglo pasado, para estudiar qué otras frutas podría cultivar en la zona. El profesor encargado de la investigación vivió allí con su mujer que un día comió un fruto rojo de uno de lo árboles del jardín y murió intoxicada. ¿Se trata del colmo del encargado de un jardín botánico para la investigación de cultivos de frutas o tal vez un caso para la entrañable Jessica Fletcher? Sea como fuere desde entonces, en el jardín botánico ese y otros frutos prohibidos están marcados con un letrero negro y una calavera.
El jardín está lleno de flores, frutas, palmas y otros árboles y arbustos y funciona como centro de investigación y reserva de semillas.
También nos encontramos con la mariposa Búho, una mariposa enorme que cuando abre las alas simula la cara de un Bhúo y cuando las tiene cerradas imita la cabeza de una serpiente en el extremo inferior de sus alas. Sus depredadores naturales, a su vez, son cazados por búhos o serpientes. Así que se llevan un susto de muerte cuando intentan comerse a esta mariposa tramposa.
Al final del jardín hay un río en el que nos bañamos y comemos algo. Para volver a la entrada pasamos por el sitio más impresionante del jardín, un bosque de bambú inmenso que las fotos no alcanzan a describir. El crepitar de las cañas movidas por el viento y el irreal efecto de la luz filtrada por las hojas es alucinante.
A la mañana siguiente salimos para Punta Sal. La lancha nos lleva hasta una playa donde empieza un sendero que termina en Puerto Escondido, una playa casi cerrada que fue refugio de piratas.
Seguimos andando por otro sendero hasta Puerto Caribe, otra playa casi cerrada por una estrecha bahía donde una familia de monos aulladores nos lanza frutos desde su árbol. Compartir no es su fuerte.
Allí nos espera la lancha para llevarnos a otras dos playas pasando por el extremo de Punta sal, unos riscos donde anidan aves marinas.
Buceamos entre corales en la primera playa y me quedo una hora jugando con un pulpo curioso que no sólo cambia de color, también de textura imitando las algas que lo rodean y de forma poniéndose en modo piedra totalmente liso y blanco. No me tiene miedo, no se esconde ni huye, parece que me está observando igual que yo a él, cuando acerco la mano demasiado pasa a color blanco y otra vez a marrón a toda velocidad creando un efecto intermitente que debe confundir a sus depredadores, a mí más que confundirme me alucina. Finalmente, en la segunda playa, comemos un plato de barracuda con arroz, frijoles y coco que es de lo mejor que hemos comido en este viaje.
Después buceamos un poco más hasta que nos encontramos de cara con una barracuda de más de un metro con la boca abierta y un montón de dientes afiladísimos. Debe ser la madre de la que nos acabamos de comer porque nos mira con una cara de mala leche acojonante. Suficiente por hoy. Nos volvemos a la playa a tumbarnos un rato hasta que salga la lancha de vuelta para Tela.
PD: Para los que estéis preocupados por la situación política de Honduras y nuestra seguridad al respecto mirad los comentarios del post anterior.
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Tela is our next stop. It’s a middle size city placed on the beach.
After changing up our clothes and take a refreshing shower, we leave the hotel and go to beach. It’s not especially nice in there and also can be dangerous if you go farther down the village. We have a swim in front of a very posh hotel which has a huge swimming pool where the tourists are drinking mojitos inside the water.
We can’t stand and we ask if we can have something to drink and stay in the pool. –Of course- they say, -but you have to pay $10 for the pool plus $10 minimum of drinks per person- Ok then… another time.
Next day we visit the Garifuna villages close to Tela. We take a bus and get Miami. It’s quite nice and quiet there but the beach isn’t very nice though. We meet Kristina, the only tourist a part from us, who has been living for a year in one of the islands we are going in a few days. She says that she just went one day and stayed for a year. We can’t wait to see the islands already.
The 3 of us wait for the bus to go back to Tela and meanwhile we have a little chat with and old man of the village.
Next morning we rent some bikes and go to Lancetilla Botanical Garden. It’s the second biggest in the world and it was once built for the United Fruit Company to investigate what kind of fruits were able to grew in here. The teacher who was in charged had a wife who actually died after eating one fruit from the garden which was toxic.
In the garden we can see a lot of different plants, trees, butterflies… and also we can enjoy a little swim at the end of a river which is inside the garden too.
Next day we join a tour and go to Punta Sal, which is inside a National Park. From there we do a little walk into the forest to get 2 great beaches. We also enjoy the view of some monkeys, spiders and crabs.
After the walk, they take us to the last beach where we have lunch. It’s the typical Garifuna dish that comes with fish, rice and beans with coconut milk and fried banana.
After the meal we do some snorkel and enjoy the transparent water with a long swim.
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07 de juliol 2009
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Ei nois, vaya Tela!!!
ResponEliminaSembleu un parell de reporters del national geographic!! M'encanta, seguiu així, té molt de mèrit el curro que us foteu amb el blog i no us podeu imaginar la ilu que fa i la tranquil·litat que dona saber de vosaltres.
Pau, tens un parell de mails meus, contesta'm.
Apali, petons
Berta
Quines imatges més exhuberants del jardí botànic. Increíble l'escala dels canyars i les palmeres!!!
ResponEliminaSegur que la història del Professor Bulbo no és una llegenda urbana? Sóna massa de pel.lícula...