Tan lejos, tan cerca

A pesar de ser un sitio remoto al que sólo se llega en avión, Canima es el destino turístico más visitado de Venezuela. La excusa es el Salto del Angel, la cascada más alta del mundo de un kilómetro de longitud. La realidad es que el impresionante paisaje que forman los tepuis, unas montañas truncadas únicas en el mundo y la naturaleza que los rodea ya es motivo suficiente para tomar un avioncito que parece de juguete y viajar cuatro horas en canoa río arriba. En nuestro caso además hemos quedado con María y Juan Luís. Son las primeras caras conocidas que veremos en 4 meses y aunque sólo estaremos juntos 4 días nos apetece mucho más que Canaima en si. Nos encontramos en Ciudad Bolívar, una pequeña ciudad a orillas del Orinoco. Afortunadamente el casco histórico no tiene nada que ver con la ciudad fea y gastada que nos encontramos de camino al centro. Después de los besos y abrazos empezamos a charlar y charlar hasta que empieza a oscurecer. Salimos a dar una vuelta y cenamos cerca del hostal.



A la mañana siguiente nos recogen en el hostal y nos llevan al aeropuerto. Eusebio, el jefe de la agencia que hemos contratado es un sol, incluso intenta invitarnos a desayunar. No estamos acostumbrados a este tipo de atenciones, nos alegramos que la única forma de ir a Canaima sea con agencia.
En la avioneta que nos lleva caben 9 pasajeros. Da un poco de impresión volar en un cacharro tan pequeño pero enseguida se vuelve emocionante y las vistas son espectaculares.



Aterrizamos una hora después y esperamos un rato en una playa frente a la Laguna de Canaima. Arena rosada, cascadas imponentes, palmeras dentro del agua, enseguida empezamos a notar lo especial que es este lugar. Nos damos un bañito y empezamos a andar hasta el río donde tomamos una canoa que nos llevará hasta el campamento frente al Salto del Angel.



El trayecto río arriba dura unas 4 horas y a medio camino paramos en una poza para bañarnos.



Seguimos camino por un río cada vez más rápido. En algunos tramos la corriente y la poca profundidad hacen el viaje muy divertido a veces demasiado.



En el horizonte empiezan a aparecer los impresionantes Tepuis y ya no podemos dejar de mirarlos.




Como tantas otras veces las fotos no alcanzan a explicar la sensación de ver estas inmensas moles cuadradas pasar por delante tuyo a medida que avanzas por el río. Desde la cima plana de los Tepuis cae toda el agua que dejan las nubes que se forman allí arriba.



Se cree que los Tepuis son las formaciones geológicas más antiguas de la tierra. No son montañas normales formadas por el choque de placas tectónicas sino parte de la corteza terrestre original de cuando se separaron los continentes. Por lo tanto las paredes verticales que les dan forma son la fractura por donde se separaron los continentes hace millones de años. Eso explicaría que sean tan planos y perfectamente recortados.



En las llanuras de arriba hay una flora y fauna únicas en el mundo ya que se han desarrollado aisladas del resto del mundo durante millones de años. El Ahuyantepui, el Tepui más grande, es donde se encuentra el Salto del Angel y su superficie total es de unos 700km2.



Finalmente llegamos al campamento en una orilla del río. Desde allí se contempla el Salto, la cascada más alta del mundo con 1000 metros de desnivel.



El nombre del Salto del Angel viene de su descubridor Jimmy Angel un piloto estadounidense que en 1920 fue contratado por un extraño personaje para llevarlo a una región remota al sur del Orinoco. Siguiendo sus indicaciones aterrizaron encima de una meseta y salió a reconocer la zona de donde volvió pocas horas después con una importante cantidad de pepitas de oro, que al parecer tenía escondidas allí de una expedición anterior. Angel no le dio mayor importancia hasta que 14 años después encontró al hombre que le había contratado que le disuadió de que allí había mucho oro. Jimmy decidió invertir todo su dinero y esfuerzos en buscar ese sitio. Durante las expediciones y vuelos preliminares descubrieron la cascada e hicieron una primera medición aproximada estableciendo que era la mayor cascada del mundo y haciendo los primeros mapas de la zona. Tres años después aterrizó encima del Ahuyantepui estrellando su avioneta y consiguió bajar al campamento base después de darse cuenta de que ese no era el sitio que buscaba. Decepcionado y arruinado se retiró a Panamá donde murió alcoholizado en 1956.



Cenamos y dormimos en hamacas. A la mañana siguiente subimos hacia el mirador de la cascada. Caminamos durante una hora entre una selva bastante transitada. Durante el trayecto, igual que durante el trayecto por el río no vemos animales. Los guías nos confiesan que a causa de la cantidad de turistas que los visitan cada día durante todo el año, los animales se han retirado hacia partes más tranquilas. No obstante es, probablemente, el sitio más remoto en el que hemos estado, en cuanto a difícil acceso se refiere. Esto sumado al hecho de que la zona fue “descubierta” hace relativamente poco tiempo y que los habitantes originales de la zona más cercanos viven a unos cuantos días de camino del Salto del Ángel lo convierte en un sitio contradictorio que te hace reflexionar sobre el concepto remoto.
La vegetación, no obstante, sigue siendo espectacular. Aunque para admirar lo único de los Tepuis, lo más recomendable es ir al Tepui Roraima y escalarlo.



Cuando llegamos al mirador el Salto está tapado por las nubes. Esperamos un rato pero no se destapa así que bajamos hacia una poza bajo la cascada para bañarnos en sus aguas.



Volvemos a subir al mirador y esperamos a que se despeje la cima. El agua que cae desde la cumbre del Tepui llega a evaporarse formando una nube difusa que vuelve a licuarse al chocar contra el suelo y es recogida en una poza para bajar por otras dos pequeñas cascadas. Cuando ya llevamos 20 minutos y estamos a punto de darnos por vencidos el viento destapa la cumbre por unos instantes.



Bajamos satisfechos para el campamento. Nos damos un bañito en el río, comemos y nos preparamos para volver a la Laguna de Canaima.



Después de un buen rato de rafting con motor, todavía más “divertido” que el trayecto río arriba, el paisaje va cambiando volviéndose más seco y menos exuberante. Llegamos a la Laguna de Canaima para dormir aquí y visitar las cascadas de alrededor.



Las Sabanas son llanuras extensas con poca vegetación y con algunas palmeras altas y esbeltas como contrapunto. Aquí el horizonte se extiende por todas partes solo interrumpido por los Tepuis a lo lejos. La Sabana encierra una belleza más sutil que la de la densa selva aunque también contiene algunas sorpresas exuberantes.




Las cascadas del Sapo y del Sapito son espectaculares. Pasamos por dentro de una de ellas. La fuerza del agua y el ruido son impresionantes. Allí encontramos el animalito de colores imposibles que le da nombre. Su veneno es utilizado para cazar.






Luego subimos hasta arriba de la cascada. La vista y el masaje de agua en unas pequeñas cascadas son un final de lujo para llegar más que relajados al campamento.




Comemos y llega el momento de despedirnos de María y Juan Luís. Nos ha sabido a poco, a muy poco. Mientras despegamos en una avioneta todavía más pequeña el cielo nos regala una imagen difícil de creer e imposible de olvidar.



Viendo como se aleja esta maravilla bajo nuestros pies no podemos evitar pensar en lo corto que se nos ha hecho. Ha sido cojonudo compartir estos días con amigos. No solo por estar entre amigos después de tanto tiempo o por poder charlar con alguien de casa y sentirte un poquito más cerca de allí. También por compartir nuestro viaje con alguien cercano. Compartir lo nuevo con alguien de casa le da un nuevo sentido a todo, tal vez le da verdadero significado. Seguramente por eso este blog se ha convertido en una parte tan importante de nuestro viaje y, aunque parezca casi contradictorio, el saber que estáis ahí y poder contaros todo lo que vemos y experimentamos, le da sentido a todo.





Ver más fotos

Our last stop in Venezuela is the most touristic but impressive spot in the country: the National Park of Canaima where is based the highest waterfall of the world with 1000 m high.
What makes that tour almost more exciting for us is that we are going to do it with a couple of friends from Spain. They are the first familiar faces we see in almost 5 months and we can’t wait to spend with them these 4 days.
We meet up in Ciudad Bolivar and after the whole kissing and hugging thing we chat for ages, have dinner and go to bed. Next morning the agency we have hired for do the tour pick us up in the hotel. The tour starts with one hour flight in a little plane of 9 people. The fact that the National Park it’s only reachable by plane makes it very remote, though as I said, it’s the most visited spot in Venezuela.
After the flight we have fun in the closest lagoon where we have lunch. After that, we start our trip on a motor canoe up to the river to get the magnificent waterfall of 1000m called “Angel’s fall”. In the middle of the journey we take a swim in another cold lagoon and then we carry on until our final destination. 4 hours later we get the waterfall. That night we sleep in a camp in front of the waterfall.
Next morning we get the closest point of the waterfall. The top of it is hiding under the clouds so to give them time to disappear we take a swim in another lagoon.
After a while we finally have to the chance to see the whole waterfall. It’s only for a couple of minutes but it worth it.
After lunchtime we go back to the motor canoe and 3 hours later we get our new camp.
Next morning we visit two beautiful waterfalls. We actually walk behind one of them and it’s very impressive to see and feel the amount of water and its strength.
The landscape over there is a classic postcard, just beautiful.
After lunch is time to say our friends from Spain goodbye. We are already leaving and they are staying one more day in the falls land. It’s been very short, too short to be honest but it’s been so good to have the chance to live this experience with them, to share that magic spot with them. And then we realize that one of the greatest things of the trip, the main one really, is the fact that we can share with all of you all our experiences so we can feel you’re there and that’s what gives the meaning of our trip.


See more pictures