27 de juliol 2009

La Amazonia de Centroamérica

Llegamos a Trujillo después de un trayecto largo y algo accidentado. El tercer autobús que tomamos y que debería llevarnos hasta esta ciudad de la costa del caribe se para de pronto en medio de la nada. Unos metros más allá, la carretera está cortada por unos manifestantes a favor del ex-presidente Mel Zelaya. Bajamos del autobús y cruzamos el corte a pié. Del otro lado unos taxis nos esperan, nos dicen que no hay autobuses y el precio que nos piden nos parece excesivo así que nos hacemos los valientes y empezamos a caminar con la casa a cuestas por una recta interminable esperando que aparezca un autobús.



No sólo no aparece ningún autobús sino que además empieza a llover. Cuando empezamos a calarnos hasta los huesos y a maldecir nuestra chulería aparece un camión. Mónica pone su sonrisa más encantadora mientras hacemos el símbolo internacional del auto-stop que por aquí llaman ir de jalón. El conductor para y nos subimos a la cabina. Es un paisano encantador al que le apetecía charlar con alguien y aunque al principio no quiere mojarse acaba despotricando del gobierno actual, los militares y de paso de los manifestantes porque lo único que hacen es molestar a los que sí quieren trabajar. Parece que es una actitud muy extendida en Honduras, no soportan a su clase política ni al ejército pero prefieren no hacer ruido y seguir a lo suyo por si acaso.




Trujillo es el primer sitio del continente que pisó Colón. La ciudad fue arrasada por los piratas unas cuantas veces y también fue visitada por un fenómeno llamado William Walker que pretendía conquistar Centroamérica con su pequeño ejército e implantar de nuevo la esclavitud. Afortunadamente fue capturado en Trujillo y aquí tiene su tumba. La ciudad tiene su encanto, el paisaje alrededor es impresionante con montañas cubiertas de selva que llegan casi hasta el caribe donde en los días claros se pueden ver los Cayos Cochinos. Nos quedamos un par de días antes de iniciar el viaje hacia la Moskitia.



La Moskitia es el territorio más virgen de Centroamérica. Comprendido entre Honduras y Nicaragua, es una especie de amazonia con selva virgen y una maraña de ríos que desembocan en el Caribe. También es bastante inaccesible y por tanto es caro llegar allí. No tenemos el dinero ni el tiempo necesario para conocer la región como Dios manda, pero estamos tan cerca que no nos podemos resistir a probar aunque sea un poquito de la amazonia de Centroamérica.



El viaje hasta Batalla, el final de la carretera y el inicio del viaje a través del río, es tan impresionante como difícil e incómodo. Desde Trujillo tomamos un autobús a Corozito, después otro hasta Iriona donde esperamos una pick-up que nos lleve a Batalla. Ya llevamos unas seis horas de viaje y esperamos en un cruce de caminos en medio de la nada unas dos horas hasta que pasa un 4x4 que se apiada de nosotros y nos lleva hasta Batalla. Nos ahorramos una espera incierta y unos 20$. La carretera hasta Batalla no existe. Se va por la playa casi todo el tiempo y algún tramo por senderos entre matorrales y manglares. El paisaje es precioso pero no le prestamos demasiada atención porque vamos hablando con un Hondureño que va a trabajar a un barco en medio de las costas de la Moskitia. También se queja de los políticos y los militares, nos dice que conoce bien la zona y que hay mucha pobreza y ninguna oportunidad para los Garífunas, Misquitos y Pech que viven aquí, la región siempre ha sido la gran olvidada de los políticos Hondureños y dice que el único que intentó cambiar las cosas fue el bueno de Mel. Los habitantes de la costa de la Moskitia van pasando los días como pueden esperando a que una lancha cargada de coca naufrague y puedan hacerse ricos de la noche a la mañana. Nos dice que pasa a menudo, más adelante tendremos ocasión de comprobarlo.



Batalla, el último pueblo accesible por tierra, es un pequeño pueblo garífuna al lado del mar. Es bonito y tranquilo pero apenas tiene un sitio donde dormir así que tomamos un cayuco y cruzamos el Río Tinto hasta Palacios un pueblo sin demasiado encanto conocido por ser un punto neurálgico del narcotráfico. Los narcos Colombianos llevan aquí su mercancía en lanchas por el mar o en pequeñas avionetas. Desde aquí lo hacen llegar hasta México donde los carteles del norte del país lo llevan hasta los
consumidores de EE.UU.



Nuestro hotel en Palacios es bastante decente pero un poco caro, como todo por esta zona tan apartada. Damos una vuelta por el pueblo un poco extraño y sin demasiada vida. El próximo barco colectivo hasta Rais Ta, en la Laguna de Ibans, no sale hasta las 2 del mediodía de mañana. Cenamos en un restaurante con pinta de puticlub sobre el río.



De vuelta al hotel un norteamericano de unos 50 años, que se aloja al lado nuestro, nos saluda, cruzamos dos palabras y nos metemos en la habitación. Desde allí oímos la conversación de éste con una mujer joven en su habitación. Al rato salgo de la habitación y me encuentro al gringo y a la chica fuera. Está oscuro y una bombilla detrás de ellos no me deja verles la cara. Me pregunta, de dónde soy, si estoy de vacaciones, etc. y terminamos hablando un poco de todo. Cuando le pregunto si está de vacaciones me contesta que él sí pero que ella está trabajando. Ella es mexicana y está en otra habitación con su esposo, están allí por unas inversiones. Inocentemente me intereso por el tema –¿Pensáis haceros una casa o venir a vivir aquí? –No, sólo son… inversiones. Comento que parece un buen sitio para comprar tierras para cuando el turismo llegue aquí pero ella dice que eso no va a pasar en este siglo. Las carreteras nunca llegarán aquí y ahora mismo ni siquiera hay luz o teléfono. La conversación sigue por otros derroteros pero yo no puedo dejar de pensar en qué diablos hace una mexicana “invirtiendo” aquí y que relación tiene con el gringo, prefiero no preguntar más y al poco rato me voy a dormir.
Nos levantamos tarde y vamos a dar una vuelta por los alrededores del pueblo. Una tormenta nos pilla a medio camino y volvemos al hotel calados hasta los huesos. Al pasar nos volvemos a cruzar con el gringo que sigue fumando un cigarrillo tras otro en el porche y con la mexicana que nos saluda amablemente. Esta vez si le vemos la cara es más joven de lo creía. Mejor no pensar más en el tema…pero ¿dónde carajo está su marido y qué coño están haciendo aquí? Y el gringo ¿Viene al culo del mundo de vacaciones para fumar en un porche mirando hacia el río?
Esperamos la barca que nos llevará a Rais Ta rezando para que sea cubierta o para que deje de llover. A las 2 aparece un cayuco pequeño y estrecho con sillas de madera y por supuesto ningún techo. Por suerte nada más subirnos deja de llover y las 2 horas de trayecto resultan ser fantásticas.



Rais Ta es una pequeña comunidad de unos 100 misquitos todos ellos originarios de una misma familia. Se organizaron y, con ayuda de una ONG, construyeron un hostal y empezaron a hacer tours para los pocos turistas que llegan aquí. Las 25 casas de madera que forman Rais Ta se levantan sobre un brazo de tierra de unos 300 metros de ancho entre el Caribe y la Laguna de Ibans. Otras dos comunidades de Misquitos están casi pegadas a ésta. Belén es apenas un poco más grande pero tiene luz eléctrica y un campo de aterrizaje para emergencias médicas y otros menesteres. Coibalito es la mayor y tiene la escuela e incluso algún bar. En estas tres comunidades los caballos y las vacas campan libremente por el pueblo y mantienen la hierba siempre bien corta. Los misquitos son de piel oscura y de sonrisa más que fácil. Se cree que su origen puede ser una mezcla de indios Tawhakas (una etnia de la que sólo quedan unos 1500 habitantes en el corazón de la Moskitia) y esclavos negros supervivientes de naufragios. No tenemos el tiempo suficiente para conocer bien el pueblo y su gente pero la primera impresión que transmiten es que son felices con su tranquilidad y su aislamiento y con lo poco que tienen.







No vemos signos de extrema pobreza pero sí algunos de riqueza que nos chocan, quads y motocicletas nuevas, antenas parabólicas y casas de cemento enormes. Preguntamos a nuestro guía y aparece de nuevo el tema del narcotráfico. La gente que tienen quads, motos nuevas y grandes casas es porque han encontrado algún fardo en el mar y han pasado a ser la clase alta de la zona de la noche a la mañana. –Aquí todo el mundo sabe a quién llamar cuando encuentra un fardo- Nos cuenta, por ejemplo, que el propietario de la casa más grande de la zona, con cuatro antenas parabólicas, trabajaba para los narcos que llevan sus lanchas rápidas desde Colombia y de vez en cuando hacen aterrizar una avioneta en la pista de aterrizaje y después de descargar la mercancía la queman para no dejar pistas. Después de un rato de conversación sobre el tema se nos aclara una de las incógnitas que nos rondaba la cabeza estos últimos días. ¿Cómo es posible que en un país donde todos los políticos están respaldados o directamente representan a uno de los grupos de magnates que controlan el país (jueces, políticos, ejército, medios de comunicación, etc.) el ex-presidente Zelaya no represente a ninguno? Según nos cuentan los empresarios que apoyan al bueno de Mel son los de la coca. En los últimos meses una docena de avionetas han aterrizado en distintos puntos del país. Según nos dicen casi todas ellas llevaban matrícula Venezolana y supuestamente, transportaban coca colombiana desde Venezuela. La idea puede sonar un poco descabellada o a otra invención de la derecha ultra-conservadora (aunque ellos se llamen liberales) que ahora gobierna y que siempre ha controlado el país. Pero, sinceramente, después de oír tantas bondades del bueno de Mel estamos dispuestos a creernos este lado oscuro suyo. Incluso, yendo más allá, porqué no imaginar a Chavez y Zelaya urdiendo un plan para revertir el “¡expolioooo imperialistaaaa!” y hacer que el capital fluya desde los consumidores de cocaína de EE.UU a los bolsillos de sus vecinos pobres del sur. ¿Con qué dinero sufragó su campaña el bueno de Mel? ¿Con qué dinero fundó su televisión, su periódico y sus emisoras de radio (que ahora están boicoteando e incluso prohibiendo desde el gobierno de Micheletti) para contra-restar el dominio apabullante de los medios de ultra-derecha? Perdón por las suposiciones y la demagogia barata pero el tema se presta a la fabulación ¿Verdad?
De cualquier manera parece que alguno de los tranquilos y afables misquitos se metió tan de lleno en el tarro de miel que se ahogó. El paisano que trabajaba para los narcos murió tiroteado en su enorme casa con cuatro antenas parabólicas.




A la mañana siguiente nuestro guía nos lleva a Río Plátano, otra comunidad de misquitos entre la desembocadura de ese río y el caribe. Nos gustaría poder ir a alguna comunidad más lejana como Las Marías o conocer a los Tawhakas del Río Patuca pero llegar allí cuesta mucho dinero y bastante tiempo, así que nos quedamos con las ganas.






Sólo tres días en una región tan basta, virgen y preñada de historias y leyendas son mucho menos que poco. Nos vamos con la sensación de que tenemos que volver algún día. No siempre es fácil explicar por qué un sitio tiene ese algo especial, pero sin duda Rais Ta lo tiene. No es el sitio más bonito que hayamos visto, ni tal vez el más tranquilo pero es uno de los sitios donde nos quedaríamos a vivir sin dudar, por lo menos durante un tiempo. Serán las aguas tranquilas de la laguna, el caribe desolado y virgen del otro lado, la gente tranquila y siempre sonriente, la cercanía de los límites de la civilización que se percibe desde aquí, las leyendas y la historia de la zona…Será todo esto y otras muchas cosas que no nos ha dado tiempo a digerir pero si alguien quiere perderse un tiempo y desconectar de verdad este es el mejor sitio que conocemos.





El viaje de vuelta es tan impresionante como duro y accidentado. El cayuco, que aquí llaman pipante, sale a las 4 de la madrugada. Las estrellas van desapareciendo del cielo y una luna enorme empieza a palidecer con las primeras luces del alba. El pipante está a punto de volcar un par de veces, luego tocamos fondo en un canal con muy poca agua y una red se enreda en el motor más adelante. Finalmente llegamos a Batalla donde nos esperan las pick-up para llevarnos hasta Bonito Oriental, donde cruzaremos la región de Olancho para llegar a la frontera con Nicaragua sin pasar por Tegucigalpa.
Esta vez le prestamos más atención al paisaje y es tan impresionante que apenas notamos lo locos que están los conductores adelantándose y conduciendo a toda velocidad por dentro del agua. Multitud de pequeños ríos y lagunas desembocan en un caribe sin atisbos de civilización hasta donde llega la vista, sólo algún caballo paseando por la arena y algunos pescadores garífunas intentando salir a la mar con sus mínimos cayucos. Sin duda el mejor viaje por carretera que hemos hecho aunque terminemos con los brazos y el culo doloridos y llenos de polvo hasta las orejas.
El viaje hasta la frontera por la región montañosa de Olancho resulta ser mucho más largo de lo que nos temíamos. La región es muy bonita y muy poco poblada, parece que haya más vacas que personas. Las pistas polvorientas entre valles verdes van dejando paso a los caminos de montaña llenos de curvas imposibles. A medida que ascendemos el bosque se vuelve más verde y frondoso y la niebla empieza a cubrirlo todo.




Finalmente llegamos a Juticalpa, la capital de esta región, donde tenemos que hacer noche para tomar otros tres autobuses hasta la frontera con Nicaragua.



Conseguimos pasar la frontera justo antes de que el último autobús hasta el pueblo más cercano salga. Nos despedimos de Honduras, de su caribe, sus islas, sus montañas, sus follones (prometemos no hablar más del bueno de Mel y del golpe de estado) y de su “pequeña” amazonia de la que sólo hemos podido hacer “un tastet”. Como siempre que cruzamos una frontera nos vamos con la certeza de que echaremos de menos este sorprendente país en el que hemos estado 28 días pero no tenemos tiempo para nostalgias esto no se para y Nicaragua nos espera.

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Our last destination in Honduras is the large and tranquil Mosquitia. It’s placed in the north east of Honduras but also takes a little bit of Nicaragua too.
To get there and to stay there is very expensive as it’s very isolated region so the only way to reach it is by boat through the river or by plane.
We actually spend 2 days getting to the closet little village of the Mosquitia called Rais Ta. In our way we take 3 different buses, a pick-up that goes through the sea (this is the only way to get the river at one point) and 2 different boats. All that long way worth it because the landscape is beautiful.
Once in Rais Ta, we go for a walk and realized how poor the region is but how happy the people look like. They are all on the street, talking, playing, working… everywhere we go people look at us and say us “hello” with their bests smiles. The kids play around us smiling and they always ask us for a picture. Most of the people haven’t got electricity (there isn’t in our hotel) but instead, some others have big houses with cable TV and quads. Later on we ask our guide about the contrast between the poor people and the wealthy ones, and he tells us that it’s all about drugs. Apparently this lost and virgin region is used by the drug trafficker as their way to move the drug from Colombia to Mexico. So sometimes happen to be that some of the boats that transport the drug just crashed with a roc or something and all the drug gets lost into the sea. Well, the people who live there are all waiting for this day to get the drug from the sea and sell it. That’s why all the people in the village that has got quads or motorbikes or cable TV got the money from.
Next morning we go with our guide and his boat for a journey through the Río Plátano. The trip is beautiful and we also get to see a little bit how the people live around the river… the kids playing around (even though there are little crocodiles that we didn’t see) the women washing up the clothes, the sailors sailing…
We are far to get the real Mosquitia though but it’s very expensive to get into the wild and also takes a long time, so we just stay in there and leave next day. Even though we have just been there for 3 days and it’s not the most beautiful place we have been in, we can tell for sure that is one of the most remote places we have been and we strongly recommend it if someone really wants to get lost for a while.
Our way back to reality (getting the Honduran border to get into Nicaragua) becomes harder and longer than expected.
Honduras is such a beautiful and fascinating country that has surprised us, and as always when we cross a border, we can’t help to feel nostalgia from the days we are leaving behind.


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4 comentaris:

  1. Dabba doo7/28/2009

    Jelou from PCana mi amol!!!

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  2. Felicitats p'els 100 dies de viatge, dels que hem disfrutat també nosaltres.
    Pau vas filar molt prim tens 0,35 cèntims de saldo. Espero ordres. PETONETS I MARRAMIAUS

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  3. UN POST IMPERIAL!
    La versió del Mel coquero ens encanta i també la veiem molt factible, tot i que no hem tingut el privilegi d'obtenir la informació de 1era mà, com vosaltres.

    Ara bé... vaya peaso post més llarggggggg!! jajaja Com us ho kurreu!!!!

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  4. Dabba-doo8/02/2009

    Especuladores políticos? Brainstormers sociales? Existe este puesto de trabajo? Se os daría bien..

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