10 de març 2010

La Ciudad

Dejamos Sulawesi y nos despedimos de Indonesia. Es el país donde más tiempo hemos estado y seguramente se merecería un post de despedida pero vosotros seguro que tenéis ganas de ver sitios nuevos y que os contemos otras cosas y nosotros tampoco tenemos ganas de ponernos sentimentales, a estas alturas del viaje ya duele un poquito ponerse tontorrón cuando miras atrás, así que solo diremos hasta pronto Indonesia.
Bueno, por lo menos dejadnos decir que es un país increíble, con mil caras, paisajes impresionantes, playas acojonantes, una naturaleza alucinante y gente encantadora. Además es barato y poco turístico. Como no, también tienen sus inconvenientes y alguna vez hemos tenido ganas de estrangular a algún simpático indonesio pero eso entra dentro de lo normal. Resumiendo, un país impresionante que nos acompañará por el resto de nuestras vidas. Ojala podamos volver pronto.
Volamos desde Manado, en el norte de Sulawesi, hasta Kuala Lumpur en la Malasia peninsular. Llegamos bastante perjudicados, caminar 10 horas por la selva completamente mojados no es muy recomendable. Mónica tiene bastante fiebre así que buscamos un “buen hotel” y descansamos. Una ciudad como Kuala Lumpur nos vendrá muy bien para reponer energías.

Kuala Lumpur es la capital de Malasia. Hace 150 años ni siquiera existía y hoy es una de las ciudades más modernas del Sureste Asiático. Rascacielos, monorraíles elevados y centros comerciales por todas partes.

Mónica se queda en cama un par de días mientras Pau explora un poco la ciudad. Rascacielos, mezquitas, calles hechas polvo al lado de centros comerciales de lujo, monorraíles elevados ultra modernos pasando por barrios chinos e indios llenos de puestos de comida y de gente. Parece una ciudad rara, una buena mezcla.



El centro de la ciudad es un pequeño barrio colonial alrededor de Merdeka Field, es decir, el campo de la libertad. Os imagináis a Mel Gibson encima de su caballo gritando MERDEEKAAA! Nosotros sí.
Aquí es donde los malayos consiguieron la independencia de los ingleses en 1957.



La mezcla de edificios coloniales, arquitectura islámica y rascacielos es bastante divertida.



Cerca está Chinatown, un pequeño barrio que rodea una calle con un mercadillo permanente de ropa, comida y artículos variopintos. Por ejemplo, un señor asando castañas con piedras calientes que nos recuerda el frío que todavía debéis estar pasando.



El templo chino de Chinatown está muy concurrido. A pesar de que el barrio chino no es muy grande, en la ciudad vive mucha gente de origen chino.




También hay muchos indios y bangladeshis, también con su barrio, Little India, donde hay tiendas y comida indias. Aquí prácticamente todo el mundo es indio y los olores y los sonidos de las calles deben parecerse bastante a los de una ciudad india.



El barrio no es bonito pero pasear por sus calles es tan agradable como peculiar. Paseamos un rato, comemos y curioseamos en algunas tiendas.
Lamentablemente están restaurando el templo hindú desde hace un par de siglos y se puede ver el interior pero nada del edificio.



El barrio más visitado de la ciudad es la zona de los rascacielos. Muchos de ellos tienen influencias de la arquitectura islámica.



Los transportes públicos también son muy modernos. El metro viaja sin conductor y se puede ver el túnel desde dentro del vagón.



El monorraíl está presente por todo el centro de la ciudad y le da un toque futurista al paisaje.



La mayor atracción de la ciudad son las Torres Petronas. Hasta hace poco eran las más altas del mundo. Estas dos torres de 90 plantas son, para que os hagáis una idea, más del doble de altas que las torres Mapfre de Barcelona. Son una mezcla de edificio supermoderno, con la tradición islámica. Un monstruo de acero y vidrio minimalista y exuberante a la vez.



De noche parece una nave espacial a punto de despegar.



En realidad la atracción turística con más visitantes es la vecina torre de telecomunicaciones KL Tower.



Desde el mirador de la torre se tiene una vista impresionante de toda la ciudad, especialmente de los rascacielos y de las torres Petronas. La KL Tower es el doble de alta que la de Collserola en Barcelona.
El barrio financiero desde aquí parece de lego.



A medida que va anocheciendo y los rascacielos se van iluminando, la ciudad cada vez parece menos real.





Dentro de los límites de la ciudad hay uno de los parques urbanos más grandes del mundo con selva calificada como virgen. La ciudad es tan grande que los límites se pierden entre el horizonte y las nubes.



Los centros comerciales están por todas partes. Hay algunos monstruosos como el Times Square (que incluye un parque de atracciones en su interior, con montaña rusa y todo) otros más pijos como el que está debajo de las torres Petronas, o los de tecnología donde cualquier freakie de la electrónica se volvería loco.
Los centros comerciales siempre están llenos de gente, la mayoría turistas y algunos de mucho nivel. Está lleno de saudíes y árabes de mucha pasta comprando de todo. Ellos llevan polos de Ralph Lauren, zapatillas de marca, pantalón corto y gorra de béisbol mientras que ellas llevan un velo negro por el que solo se escapan las puntas de los pies y los ojos. Kuala Lumpur es la ciudad musulmana más moderna y con más centros comerciales del mundo y los musulmanes con más dinero tarde o temprano pasan por aquí. No es de extrañar ya que hay tiendas de todas las marcas de ropa del mundo y toda la electrónica de última generación. No es difícil volverse un poco loco. De hecho Pau no se puede aguantar y se compra un superteléfono con teclado, Windows, wi-fi, GPS, doble de queso y huevo duro por menos de la mitad de lo que cuesta en España. También compramos unas gafas y lentillas para tres meses. Están tiradísimas de precio y no nos podemos resistir.
Hubiéramos comprado muchas cosas más pero nuestros bolsillos no nos lo permiten, menos mal. Para ser sinceros, nos apetece consumir. Después de 10 meses sin comprar prácticamente nada, sin ningún capricho, nos damos cuenta de que lo echamos de menos, de que somos consumistas como el que más.
Seguramente es lo que tiene una gran ciudad moderna como Kuala Lumpur. Tiene la capacidad de transportarte a casa aunque estés a miles de kilómetros. Vuelves a sentir las necesidades de tu vida normal aunque en realidad no te haga puñetera falta un teléfono móvil o un vestido ideal.
Las grandes ciudades, sobretodo las más modernas, son todas casi iguales. Los malayos simpatiquísimos y extrovertidos aquí no te dan ni los buenos días cuando coincides en un ascensor. Aquí ya no somos raros, la gente ni siquiera te mira, además la ciudad está llena de turistas.
Las ciudades modernas transmiten ese calor tibio de lo conocido, lo seguro, algo que a un viajero, que se supone busca todo lo contrario, de vez en cuando no le viene mal. No solo para descansar, también para digerir tanta novedad y para poder valorar más lo que viene por delante que seguro será muy diferente a la uniformidad de las ciudades modernas.

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We leave Indonesia and fly to Kuala Lumpur in Malaysia. When we arrive there Monica has got fever so we look for a nice hotel where we will rest for a couple of days. Kuala Lumpur is one of the most developed cities in South East Asia. 150 years ago it didn’t even exist, and nowadays is a big city with plenty of skyscrapers and malls all over the city. There are also the famous Patronas towers, which a few years ago where the tallest of the world. They are quite impressive and in the evening they look amazing with all the light illuminating them.
We visit the telecom tower which is just in front of the Patronas towers. From there we have a good view of the whole city and the skyscrapers.
There are also Chinatown and Little India to walk around. It’s not specially a nice nor warm city; it’s just a big city which has been developed very quickly without any order or taste. To walk around is not very comfortable as the city is clearly made for the cars and the pedestrians have no sidewalks most of the time and have very little time to cross the streets.
Anyway, our few days here have been well worth to rest, get over the cold, get our Thailand visa and do some shopping. Fair enough!

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5 comentaris:

  1. Anònim3/10/2010

    Quin contrast!
    Moni aquí segur que trobes teles xules!
    Alba

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  2. Dabba-doo3/11/2010

    Molta humitat? Molta suor?

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  3. ànims Mònica!!! que està passant factura tanta bona vida a Indonèsia?? :-)

    una abraçada des de la nevada i col·lapsada Barcelona!

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  4. Anònim3/13/2010

    Hola pareja!! que bueno leeros, estais haciendo un gran trabajo con el blog, y guay las fotos, y más con el invierno cruento que estamos viviendo por la peninsula. Yo ya solo viajo a través de vosotros y de otros blogs. De hecho hoy ha sido el dia que más he viajado desde que volvi, he estado en Toledo, ya ves tu... y ya estoy metido de lleno en la rutina, el curro, la noria madrileña de salir, trabajar, salir... pero contento. un besazo para los dos.

    Jesúshuaia

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  5. Hola Pau, Moni i seguidors:
    Som una web amiga també de rodamons.
    Hem estat Nòminats finalistes del premi internacional The BOBs, per això ens dirigim a vosaltres per que si ens veieu mereixedors ens voteu.
    Entreu al nostre blog:
    La Vuelya al Mundo de Asun y Ricardo
    i en la columna de la dreta indiquem com fer-ho.
    Moltes gràcies per ajudar-nos a competir.
    Salut

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